¿Es una discapacidad el síndrome de Fatiga Crónica? Si padeces la enfermedad podrías estarte preguntando si es una discapacidad el síndrome de Fatiga Crónica.
La respuesta es que no es una discapacidad por definición, ya que el síndrome de Fatiga Crónica no está recogido en el baremo que se utiliza para valorar la discapacidad. Pero un alto porcentaje de las personas que la padecen presentan un alto grado de discapacidad para desarrollar las actividades laborales y de la vida diaria.
A pesar de no estar recogida en los baremos, es recomendable solicitarla, ya que sí pueden ser valorados los síntomas que presenta la persona afectada. En los casos con sintomatología severa puede llegar a otorgarse el 65% de discapacidad, a pesar de que no figure expresamente que es por padecer síndrome de fatiga crónica.
Los síntomas más discapacitantes son la fatiga intensa, las alteraciones del sueño, los vértigos, la hipersensibilidad al ruido y a la luz, las migrañas y los problemas cognitivos, como la falta de concentración y memoria. Incluso las personas afectadas que no tienen una gran discapacidad de forma continua pueden tener días especialmente incapacitantes.
A la hora de plantearse conseguir un reconocimiento administrativo es importante distinguir entre discapacidad e incapacidad laboral.
El certificado de discapacidad
Es el reconocimiento administrativo de la discapacidad y su propósito es compensar las desventajas sociales que la discapacidad implica. Se tramita en los centros base de atención a personas con discapacidad de las Comunidades Autónomas por los Equipos de Valoración y Orientación (EVO), formados por al menos, médico, psicólogo y trabajador social.
La incapacidad laboral es la situación en la cual la persona no puede desarrollar su trabajo y puede ser de dos tipos:
- Incapacidad laboral temporal (IT). Es lo que conocemos comúnmente como baja médica. La da el médico y su duración es temporal.
- Incapacidad laboral permanente: Se solicita en el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) y con fibromialgia lo normal es que se deniegue en la primera solicitud, por lo que es necesario ir a juicio. Hay diferentes grados de incapacidad permanente: parcial, total y absoluta.
En el caso de querer solicitar la incapacidad es importante tener buenos informes médicos y que el proceso sea llevado por un abogado y perito especializados.