¿Qué tratamientos existen para la sensibilidad química múltiple? Una vez que el diagnóstico está hecho, surge la pregunta ¿Qué tratamientos existen para la sensibilidad química múltiple?
Lo primero que debes saber es que actualmente no existe un tratamiento que cure la sensibilidad química múltiple. No existe ningún fármaco aprobado ni hay un protocolo de tratamiento estandarizado.
Entonces, ¿qué tratamientos se utilizan para la sensibilidad química múltiple?
Puesto que como hemos indicado con anterioridad, no existe un tratamiento curativo, el objetivo se centra en paliar los síntomas de la enfermedad. Por desgracia una persona con sensibilidad química múltiple puede desarrollar más de 100 síntomas diferentes, ya que afecta a los sistemas de homeostasis del organismo.
Además, es importante destacar que, a pesar de que hay características comunes, cada persona con SQM va a desarrollar distintos síntomas y distintas enfermedades comórbidas.
Por todo ello, el tratamiento es complejo. La forma más adecuada de tratarla es mediante un enfoque multidisciplinar y personalizado.
Tendría que realizarse por un especialista en la enfermedad que valoraría en cada caso individual qué pautas prescribir y que realizaría un seguimiento regular de la persona afectada, estableciendo una alianza terapéutica entre médico y paciente, ya que es una enfermedad con síntomas muy variables y que pueden cambiar con rapidez. Se valorarían las siguientes pautas:
- Evitar la exposición a los agentes desencadenantes.
- Fármacos
- Cambios en la dieta
- Realización de ejercicio adaptado
- Intervención psicológica
- Acudir a una asociación de pacientes
Evitar la exposición a los agentes desencadenantes
La mayoría de los especialistas indican evitar cualquier tipo de exposición a los estímulos que el paciente considera que le provocan síntomas. Para ello es útil el uso de mascarillas y purificadores de aire.
Fármacos
Actualmente no existe ningún fármaco aprobado por la Agencia del medicamento para el tratamiento. A pesar de ello, se utilizan varios fármacos con más o menos éxito para disminuir alguno de los síntomas de la enfermedad. El uso de estos fármacos dependerá de la decisión de cada médico.
Cambios en la dieta
El principal objetivo es mejorar los síntomas digestivos como intestino irritable, permeabilidad intestinal, intolerancias alimentarias (principalmente al gluten) o disbiosis (alteración de la microbiota). Además, algunos suplementos alimentarios que aportan nutrientes y antioxidantes se han demostrado eficaces en la disminución del dolor y la fatiga.
Estos síntomas digestivos deben ser tratados por el médico especialista y el cambio de dieta debe ser realizada por un especialista en nutrición, dietética y SQM para evitar estados de desnutrición.
No existe una dieta específica para todos los casos, ya que cada persona puede tener distinta sintomatología y gravedad.
Algunos de los suplementos que se utilizan para el manejo de ciertos síntomas incluyen: coenzima Q-10, vitamina B1, hierro, calcio y vitamina D.
Realización de ejercicio adaptado
Se consigue mejorar el estado de ánimo, mejorar la calidad del sueño y la fatiga. Pero es importante tener en cuenta que, si la persona afectada está en un momento de crisis o lleva mucho tiempo con la enfermedad sin un tratamiento adecuado, es posible que el estado de incapacidad en el que se encuentre le impida hacer cualquier tipo de ejercicio. El tratamiento multicisplinar tiene en cuenta esta situación y se prescribirá el ejercicio cuando este pueda llevarse a cabo.
Intervención psicológica
Puesto que es una enfermedad crónica y sin un tratamiento curativo, es importante incluir en el tratamiento multidisciplinar el aprendizaje de técnicas de afrontamiento y gestión de la enfermedad.
Además, la implementación de terapias psicológicas de tercera generación como la practica dirigida de mindfulness ayudan a la disminución de los síntomas.
Acudir a una asociación de pacientes
Las asociaciones tenemos un papel importante en el alivio de los síntomas, ya que una información adecuada, actualizada y veraz puede ayudarte a convertir a la persona afectada en un “paciente experto”, que le ayudará a manejar mejor emocional y físicamente la situación por la que está pasando.
Hablar con personas que están viviendo lo mismo que tú puede ayudarte a entender mejor la enfermedad.
Otros tratamientos
Lo descrito anteriormente se engloba dentro de un tratamiento multidisciplinar. A pesar de ser el tratamiento recomendado por los expertos, resulta muy complicado encontrar un lugar donde se realice de forma adecuada.
Es recomendable rechazar determinadas terapias que no han sido sometidas a estudios relevantes y que habitualmente son presentadas mediante técnicas de publicidad engañosa.