Te contamos cuáles son los puntos más dolorosos de la fibromialgia y lo que puedes hacer para calmar ese dolor.
El dolor que siente una persona con fibromialgia no se limita a determinados puntos dolorosos.
El dolor de la fibromialgia se suele definir como dolor de los tejidos blandos (músculos, cartílagos y articulaciones), que puede aparecer y desaparecer por momento o por días, o migrar de unas partes del cuerpo a otras. Pero es mucho más complejo.
Las personas con fibromialgia también definen el dolor que sienten como neural, es muy común que se describa como “parece que me clavan alfileres”, “es como si me estuvieran quemando”, “siento como si me mordieran”, “como si tuviera clavado un cuchillo”, “como si me hubieran puesto una grapa” o “como si me fuera a explotar el hueso”.
A veces también relatan que les duelen las uñas, el pelo o las pestañas.
Otras veces lo identifican como un dolor fascial, sordo y constante.
Por otro lado los síntomas digestivos provocan frecuentemente dolor abdominal.
Cuando se habla de puntos dolorosos suele estar referido al diagnóstico.
El diagnóstico es clínico y se realiza según los criterios ACR aceptados internacionalmente. Los primeros criterios ACR se aprobaron en 1990 y se tenían en cuenta:
- Sufrir dolor generalizado durante más de 3 meses
- Tener dolor a la presión en al menos 11 de los 18 “puntos dolorosos” o puntos gatillo distribuidos por el cuerpo.
Estos criterios ya no se utilizan, ya que se actualizaron en el 2010 y se modificaron en el 2011. Los nuevos criterios ACR valoran:
- Sufrir dolor en “áreas dolorosas” durante las dos últimas semanas (se especifica un mapa corporal de áreas dolorosas y se puntúa)
- Se valora la severidad del resto de los síntomas durante al menos tres meses (cansancio, sueño no reparador, síntomas cognitivos y otros síntomas)
Actualmente no existe ningún tratamiento que cure el dolor de la fibromialgia. El tratamiento es paliativo e intenta disminuir el grado de dolor y el resto de síntomas de la enfermedad. Hay varios tratamientos enfocados en ese objetivo, el más recomendado por los expertos es el tratamiento multidisciplinar, que, realizado por especialistas, consiste en combinar el tratamiento farmacológico con cambios en la dieta, realización de ejercicio adaptado, intervención psicológica y rehabilitación.