PROGRAMA DE ACTIVIDAD FÍSICA ADAPTADA
Las personas diagnosticadas de Fibromialgia presentan, entre otros síntomas: dolor, mayor fatiga, ansiedad, depresión, mala calidad de sueño o pérdida de masa muscular que limitan la realización de actividades cotidianas como subir escaleras de metro, caminar, comprar, pasear con los amigos y familiares, trabajar, etc.
Los síntomas mencionados anteriormente provocan que las horas de actividad física disminuyan, esto nos lleva a una pérdida progresiva de autonomía y aparición de otras enfermedades.
La práctica de ejercicio físico es una herramienta de salud en la Fibromialgia que no resulta excesivamente cara de llevar a cabo. La práctica razonada del ejercicio físico en personas afectadas de Fibromialgia no sólo puede mejorar la capacidad funcional del paciente, sino también la tolerancia al dolor y el estado de ánimo.
ENTRENAMIENTO DE FUERZA
El entrenamiento de la fuerza mejora el rendimiento muscular y el dolor generalizado de los pacientes. La cualidad más determinante para realizar las actividades cotidianas como caminar, subir escaleras, hacer la compra, etc., es la fuerza de los miembros superior e inferior.
En nuestras sesiones de actividad física individualizamos la intensidad del ejercicio según la capacidad de cada paciente.
Nuestro programa de entrenamiento de la fuerza incluye 1 sesión semanal y se trabaja con el uso del peso corporal, bandas elásticas e incluso con carga externa.
BENEFICIOS
Este es el quinto año que llevamos a cabo este tipo de terapia debido a los numerosos beneficios que encontramos en los pacientes que se someten a este tipo de actividad año tras año fruto de un proyecto de investigación.
El objetivo principal de la misma es incrementar la funcionalidad, es decir, la capacidad de realizar las tareas del hogar, subir escaleras, pasear, etc… a través de la mejora del rendimiento muscular y disminuir así los síntomas determinantes de la patología y alcanzar una notable mejoría en la calidad de vida.
Estudios recientes de la Dra. Maestre (coordinadora actual de los programas de actividad física) han demostrado que el entrenamiento de fuerza logra mejorías significativas en la calidad de vida, disminuyendo la sintomatología, especialmente la calidad de sueño, fatiga y ansiedad aumentando la función física y el impacto de la fibromialgia.
En lo que respecta a los niveles de condición física, se ha podido observar que disminuye la rigidez, aumenta la fuerza de miembro superior e inferior, equilibrio y aumenta la capacidad cardiorrespiratoria.