A la mujer con fibromialgia, la rodean muchos mitos y entre otros, que no puede o que no debe amamantar. Pero sabiendo lo importante que es la lactancia para las mujeres y sus bebés, merece la pena analizar, qué hay de realidad en estas afirmaciones. Amamantar con fibromialgia. ¡Pues claro!
En primer lugar debes saber que si bien hay muy pocos estudios científicos sobre este tema, la fibromialgia no impide amamantar con éxito. Los estudios (muy antiguos) sólo describen que las pocas mujeres estudiadas (menos de 30 y hace más de 20 años) sufrían cansancio, dolores o rigidez muscular que les hacían difícil sostener a su bebé o necesitaban medicación incompatible. Y la mayoría dejaron la lactancia con profunda pena y en contra de sus deseos.
Hoy se sabe que amamantar a tu bebé no hará que empeores. Al contrario, las hormonas de la lactancia, ayudan a disminuir la rigidez muscular, mejoran el estado de ánimo y cambia el metabolismo haciendo que tu cuerpo sea más eficiente energéticamente. Por otra parte, amamantar disminuye el número de cosas a hacer: no hay que calentar agua, lavar biberones, esterilizar, no hay que visitar la consulta del pediatra porque el bebé no se pone enfermo y puedes dar de mamar acostada. Quizá después de un tiempo de mejoría, vuelva el dolor de antes. Y puede que por haberte desacostumbrado lo vivas como peor. Pero, hoy en día muy pocas medicaciones son incompatibles con la lactancia. Busca información en www.e-lactancia.org, explica a tu médico lo importante que es para ti amamantar a tu bebé y pídele que te ayude a encontrar un tratamiento compatible.
Criar a un hijo durante los primeros años es un reto para cualquier mujer pero amamantar lo hace más fácil. Si tienes fibromialgia, analiza tus limitaciones y busca la solución que mejor se acople a tus necesidades y deseos. Quizá te ayude saber que la mejor postura para amamantar, la llamada postura biológica de crianza, es: tumbada boca arriba, semirreclinada (en un ángulo entre 16 y 65º sobre la horizontal) y dejando al bebé que tumbado boca abajo sobre tu pecho, repte y busque el pecho. Esta postura facilita que el bebé mame bien y es muy cómoda para cualquier mujer. Prueba a utilizar un pañuelo de porteo, esto disminuirá el peso sobre tus brazos y hombros. Y pasea todos los días con tu bebé o apúntate a yoga o Pilates con bebés.
Amamantar con fibromialgia. ¡Pues claro!
Las mujeres con fibromialgia pueden tener los mismos problemas de lactancia que cualquier otra mujer, pero ningún estudio ha demostrado que tengan menos leche o que no puedan criar a sus hijos. Y como cualquier otra mujer puedes experimentar el placer y la alegría que supone amamantar a tu hijo felizmente. Yo creo que este es un derecho de todas las madres y estoy segura de que para la mayoría de las mujeres, aun con fibromialgia, esto es posible. Si tienes problemas, tienes dudas, tienes dolor, acude a un grupo de apoyo o a un taller de lactancia y consulta a un experto en lactancia. Busca la solución porque existe en la mayoría de los casos. Rodéate de gente positiva, deja claros tus deseos y permite que tu entorno te ayude, pero…a planchar, a lavar la ropa, a cocinar…
Porque amamantar es algo que sólo puedes hacer tú, mejorará tu salud y la de tu bebé, te ayudará a establecer un maravilloso vínculo, mejorará tu estado de ánimo y te permitirá disfrutar de uno de los mejores regalos que la vida nos ha dado a las mujeres, poder amamantar a nuestros hijos y disfrutarlo!