El yoga está ampliamente difundido ahora mismo y casi todo el mundo lo conoce. Vemos posturas casi circenses y prácticas que requieren un cuerpo muy flexible y casi perfecto. Si nos alejamos de las redes e indagamos un poco más, descubrimos que eso es una ínfima parte de lo que llamamos Yoga (si es que llevar al cuerpo a posturas límite se puede considerar yoga).
El yoga está vinculado a un sistema de salud llamado Ayurveda, que podríamos equiparar a la Medicina Tradicional China pero en la India. Y está dentro de un sistema filosófico amplio y complejo donde esa parte corporal, que conocemos como yoga, es una rama del estudio sobre el ser humano, la mente, la vida, la salud, la muerte y el universo.
El estilo más conocido es el Hatha Yoga; basado en la práctica de diferentes posturas corporales, ejercicios de respiración y relajación. A su lado existen muchos otros estilos, Yoga Nidra que se practica tumbados para ser guiados y guiadas en una relajación profunda; Yin Yoga, pocas posturas, con soportes donde quedarse un rato respirando y en relajación total. Y muchos más, algunos dinámicos y más exigentes físicamente y otros más energéticos y meditativos.
En AFIBROM se hace un yoga adaptado a las posibilidades y necesidades de las personas con fibromialgia (teniendo en cuenta que hay a veces grandes diferencias entre las personas y entre un día y otro).
OBJETIVOS
Uno de los objetivos más importantes es calmar el sistema nervioso o, dicho de otra manera, activar el sistema nervioso parasimpático (lleva a un estado de atención y cuerpo relajados para poder actuar conscientemente) y desactivar el sistema nervioso simpático (el que se activa ante el estrés, un peligro-real o imaginado- y lleva a la reacción automática, lucha, huída o bloqueo). Cuando estamos en el Simpático cualquier tensión física se agrava, la respiración se acorta, todos los sistemas corporales funcionan peor … y a veces es difícil desactivarlo, sobretodo si no somos conscientes de que estamos ahí. Estos últimos años debido al Covid nos hemos encontrado sosteniendo estos estados de susto, miedo, incertidumbre y estrés durante tiempo y esto va debilitando el organismo y la salud mental.
Otro objetivo importante en esta práctica es movilizar el cuerpo para mejorar la movilidad en el día a día, contrarrestar la rigidez y tensión muscular. Los ejercicios se hacen desde la escucha y con el esfuerzo mínimo necesario, con atención en las sensaciones y la respiración; movimientos y estiramientos suaves, buscando mejorar la estabilidad y liberar la tensión física y descargar la mental-emocional (cuerpo y mente están interrelacionados y responden en conjunto).
Un objetivo que a la vez es consecuencia de esta actividad, es calmar el cuerpo y mejorar la capacidad de atención y concentración.
Todo esto es un proceso que la persona va integrando con la práctica. La atención en la respiración natural y los diferentes ejercicios para facilitarla y aumentar la capacidad respiratoria es prioritario en el yoga. Cuando se regula y se calma la respiración se equilibra el sistema nervioso y el corazón, baja la actividad mental y el cuerpo se relaja. Desde la respiración consciente se facilita el movimiento corporal y éste ayuda a movilizar la caja torácica y a que fluya más libremente la respiración.
En esta actividad de yoga adaptado o terapéutico se incluyen técnicas diversas, todo lo que pueda ayudar a la persona. Tanto enfoques como dinámicas de las técnicas somáticas, Feldenkrais, movimiento consciente, meditación en movimiento, automasajes con pelotas, ejercicios con fitball (pelota grande sustituyendo la silla, con resultados muy positivos en muchos aspectos).
La visualización es algo fundamental en esta práctica. Se sabe que el cerebro y el cuerpo responde muy parecido a las imágenes externas y a las internas, lo imaginado. Esto se aplica en ámbitos de rehabilitación en fisioterapia e incluso en el deportivo profesional. Establecer una intención para la sesión y acompañar el movimiento la respiración con esa imagen o imágenes mentales, contribuye a generar cambios corporales, mentales y energéticos.
Las posibilidades son infinitas y es especialmente agradecido en la relajación final, donde a través de la visualización se enfoca la mente que tiende a la dispersión y se promueve lo que se necesita en ese momento para transformar el dolor, el cansancio, la ansiedad, la tristeza etc.
BENEFICIOS
Todo esto puede ayudar a la persona en su gestión del dolor. Detectar cuál es la sensación en el cuerpo físico, reconocer qué emoción surge ante el dolor y qué pensamiento se genera (o viceversa) es importante para abordar cada parte con las herramientas adecuadas. Es un apoyo en el proceso de aceptación del momento.
La práctica semanal permite que la persona pueda ir adquiriendo herramientas sencillas para incorporar a su vida diaria y que le aporten bienestar y más energía; y la autoconfianza que da tener recursos para aliviar el dolor, el cansancio y el estrés.
En cada sesión se incide en la escucha, rebajar la auto exigencia y los juicios y expectativas; relacionarse con un@mism@ desde la amabilidad y la paciencia; valorando todo lo que SI se puede hacer: buscando otros caminos, otros ritmos, otras formas.
Darse permiso para estar como se está en ese momento y desde ahí explorar otra forma de estar en la vida y en el mundo.
Orfilia Seijas
Especialista en yoga terapéutico. Masaje y movimiento consciente.
Reflexología podal. Investigación en el movimiento (butoh).
SI ERES SOCI@ DE AFIBROM, PUEDES APUNTARTE A YOGA TERAPÉUTICO A TRAVÉS DEL ÁREA DE SOCIOS.