La rigidez matutina es uno de los síntomas que más afectan a las personas que sufren Fibromialgia o síndrome de Fatiga Crónica. Cada mañana cuesta poner a funcionar el cuerpo y moverse con facilidad. Por eso, hoy en el blog te contamos cómo poner en marcha el cuerpo recién levantado.
Cómo poner en marcha el cuerpo recién levantado.
¿Cómo pongo mi cuerpo en marcha tras la noche? ¿Qué hacer para que mi cuerpo empiece a funcionar?. Son dos preguntas que muchos de nosotros nos habremos hecho muchas veces, cuando después de toda la noche, nos levantamos de la cama con un resoplido y sintiendo nuestro cuerpo entumecido. Cuánto cuesta ponerse en marcha…¿verdad? Muchas veces las primeras horas del día marcan cómo nos vamos a sentir el resto de la jornada. Me levanto con prisa, no escucho a mi cuerpo y lo pongo a funcionar, y lo noto con molestias, agarrotamientos, etc…
¿Por qué no me tomo mi tiempo para levantarme? Seguramente, si escucho a mi cuerpo y le doy lo que reclama, me sentiré mejor las primeras horas del día y el resto de la jornada. Es simple, hay que tomarse su tiempo, me despierto y voy tomando conciencia de mi cuerpo, desperezándome todo lo que necesite, sin pudor, estirándome todo lo que mi cuerpo me pida. Luego, lentamente, me pongo de lado y apoyo un pie en el suelo, y luego el otro y me siento el borde de la cama.
Antes de ponerme de pie, tómate tu tiempo para conectar con la respiración, siéntela poco a poco, respira profundamente. Posteriormente engraso la maquinaria de mi cuerpo, moviendo lentamente todas las articulaciones, siguiendo los siguientes pasos:
CABEZA
- Estira lentamente el cuello. Como si dijeras no, lentamente de manera muy suave. Respirando con ello.
- Rodar desde un hombro a otro, todo muy suave si forzar nada. Todos los movimientos de manera lentamente, que vayamos estirando poquito a poco.
HOMBROS
- Giro mis hombros hacia atrás, sintiendo como se movilizan el hombro y los omóplatos, dejando los brazos relajados.
- Giro mis hombros hacia adelante, sintiendo como se movilizan el hombro y los omóplatos, dejando los brazos relajados.
MUÑECAS Y DEDOS
Pegando los codos al cuerpo:
- Giro muñecas en sentido horario varias veces y luego contra horario. Con puños cerrados
- Abro y cierro los dedos de las manos varias veces, sintiendo cono se mueven cada una de las falanges de los dedos.
CINTURA Y PELVIS
Después me pongo de pie :
- Pongo mis manos en las caderas y muevo mi cintura describiendo círculos con ella, dobla un poquito las rodillas. Primero en un sentido y luego en el contrario.
- Apoyamos las lumbares en las caderas, y describimos círculos con la pelvis, dibujando círculos con nuestro coxis. ¡Ojo! MUY SUAVEMENTE las rodillas y caderas no se mueven pero de forma flexible. Luego cambiamos el sentido de los giros.
RODILLAS
- Juntamos las piernas y llevamos las manos a las rodillas y muy cuidadosamente, hacemos giros con nuestras rodillas hacia la izquierda. Descansamos y luego hacemos giros hacia la derecha.
- Separamos piernas y con las manos en las rodillas, realizamos giros de las mismas, hacia dentro. Descansamos y hacemos giros de las rodillas hacia fuera.
EMPEINES Y TOBILLOS
- Llevamos el peso del cuerpo sobre la pierna izquierda (si necesitamos apoyarnos en una pared lo hacemos) y apoyamos el empeine del pie derecho en el suelo y sentimos el estiramiento. Tras unos instantes, hacemos giros con el tobillo derecho en un sentido y luego en el contrario.
- Llevamos el peso del cuerpo sobre la pierna derecha (si necesitamos apoyarnos en una pared lo hacemos) y apoyamos el empeine del pie izquierdo en el suelo y sentimos el estiramiento. Tras unos instantes, hacemos giros con el tobillo derecho en un sentido y luego en el contrario.
Y ya estamos listos para funcionar, con el cuerpo bien engrasado y activo. Seguro que ahora el día es menos cuesta arriba.
Este calentamiento articular lleva menos de 15 minutos. Son 15 minutos que me dedico a mí mismo y que concedo a mi cuerpo para despertar de otra manera. Seguro que os lo va agradecer. Esta es otra manera de empezar el día, más tranquila, escuchando y sintiendo nuestro cuerpo.