Recuerdo los primeros días esperando a la puerta del supermercado, sintiendo el miedo, la incertidumbre, la pena, el silencio… el escandaloso silencio sólo interrumpido por el latido sincronizado de la infinita fila.
No hace falta que te explique cómo me he sentido este año, no hace falta que me expliques cómo te has sentido este año, porque todos, sin excepción, hemos pasado por lo mismo y, en lo profundo, en lo más profundo, surge algo hermoso: la compasión.
La compasión que nos une, que nos hace fuertes, que nos dice que somos capaces, que nos empuja hacia la vida.
Así comenzamos el 2021 con la fuerza arrolladora de un nuevo renacer, con la fuerza que abraza al que aún no la tiene, con la fuerza que te acoge, te une, te adhiere, te suma para que unidos sigamos abrazando a los demás.
Y en este abrazo surge de nuevo algo bello; la alegría de continuar.
¡Feliz Año Nuevo!
Os desea Luisa Fernanda Panadero Gómez, presidenta de AFIBROM
La importancia de las donaciones
